quiénes somos
Nuestra historia
Hace más de 35 años asumimos un reto: traer a Houston lo mejor de nuestra cultura. Construir un lugar donde todos se sientan bienvenidos, con las recetas que nuestras madres nos enseñaron, la amabilidad que nuestros amigos siempre nos brindaron y la felicidad que nos caracteriza a todos los salvadoreños y los centroamericanos.
Nuestro mayor orgullo es recibir a los latinos que quieren sentirse como en casa y revivir hermosas experiencias a través de la comida, pero recibir a turistas y familias estadounidenses que tienen ese deseo de probar algo nuevo y que deciden darle una oportunidad a nuestros platos, es todo un placer.
Aunque las pupusas y las mariscadas son lo más popular de nuestros restaurantes, las verdaderas estrellas siempre han sido nuestros trabajadores. Las historias que hemos compartido con los clientes y la conexión tan duradera que tenemos con ellos, es gracias al servicio de nuestros meseros y cocineros, que son nuestra mejor imagen y el reflejo de todo lo que queremos construir.
Nuestra inspiración: las Pupusas
En muchas poblaciones de El Salvador, al empezar a ponerse el sol, comienzan a cobrar vida los fogones caseros o callejeros y muy pronto el ambiente se satura con el aroma de las pupusas, un plato popular que no conoce de clases sociales ni edades, porque a todos les saca una sonrisa.
Actualmente toda pupusera utiliza la masa de maíz como materia prima de las Pupusas de chicharrón, queso, loroco, revueltas y de frijoles, que son las más comunes en nuestra tierra. Las Pupusas se cocinan en recipientes de barro –el tradicional- o en láminas que pueden ser montadas en bases de barro o de metal (la mitad de un barril). Estos últimos instrumentos son los más usuales en las pupuserias de condición humilde, mientras que en las demás se han sustituido por modernas planchas, cocinas accionadas por gas propano o electricidad, pero no altera en nada el exquisito sabor de las Pupusas.
Las Pupusas son perfectas a cualquier hora porque se pueden acompañar con un tipo de ensalada llamada “curtido” y de bebidas típicas calientes como café o chocolate y frías como sodas, refrescos naturales o batidos. Tal y como las mejores cosas de la vida, se necesita probarlas por sí mismo para descubrir su auténtico sabor.